sábado, 16 de marzo de 2013

Al parecer, apareces

Voy a dar de lado
estas ganas tan absurdas
de escribirte.

Porque yo nunca creí en ti,
y siempre me pareciste demasiado grande
para este mundo tan escueto.

Jamás te contaré
que soy capaz de llorar si abro el armario
y no huelo ni un solo gramo de nesquik.

Que nunca me hice adicta al café,
ni tomé cerveza,
-ni siquiera a morro-
por muy adulto que sonara.

No te diré
que la ducha,
me ha visto llorar
sólo porque ya se estaba acabando el día.
Ni que el tenedor
se queja,
cada vez que lo cojo de una manera distinta.

Que mi pijama me echa la bronca 
porque dice que le cambio más a él 
que a las dudas que duermen conmigo.

Amor, nunca sabrás
que he jugado contigo a ciegas,
que he hecho locuras
hasta el puto punto
de jugarme las medias en distancias enteras.

Nunca te contaré cómo es eso
de perder el aliento una mañana, 
en un Hotel cualquiera.

Ni la cantidad de palabras 
que he tenido que medir
para que no me pillara el corazón
haciendo de las suyas.

Que me puse pantalones la última vez
que me quitaron el segundo vestido,
porque decían,
que los mejores estampados
son contra el suelo.


Amor,
no vas a saber de qué pie cojeo,
desde qué hemisferio hace tiempo que no sueño,
ni desde dónde se coge el tren
para comenzar tu huida.

No dejaré entrever
que mis siete pecados capitales
son las seis letras de su nombre.

Ni que los diez mandamientos
son por dos, 
los años que he tardado en empezar a vivir.

-Lo que dura una misa
es lo que necesito para dejar de creerte-

Mucho menos te contaré cada noche
mi rutina de día.
No pensaré para ti,
porque dejaré de hacerlo.

De hacerte.
De rehacerte.
De volver a perderte.

Dejaré que te deshagas
porque así es como se echan los mejores polvos.

Te conviertes en viento
con la misma facilidad
que te cambias de verso.

Apuntas y disparas, Amor,
sin saber que las mejores balas
se acojonan con su vuelta.

Nunca, Amor, nunca
te diré todo esto a ti,
porque desde que le vi
sólo quiero contárselo a ella.

20 comentarios:

  1. Y dice la poesía que se pone a tus pies.

    ResponderEliminar
  2. Te mereces una puta biblioteca sólo para ti. Para lo que escribes, quiero decir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hala, ya me has hecho sonreír. Que tú eras un poco agresiva, no una moñas (:

      Eliminar
  3. ULTIMAMENTE ES SOLO EN ESTOS RATITOS EN LOS Q CONSIGO MORIRME D AMOR.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De tanto morirte al final vamos a tener un disgusto, Mallorquina...

      Eliminar
  4. deshaces tantos versos para armar tus propios ritmos es

    como si desicieras la madeja para hilar tu propia telaraña
    en la cual cautivas,
    escondiendote en los nidos de las aves
    lanzas sarpasos a raudales
    para dejar las neuronas a brazos caidos

    tus palabras me deshacen
    pero ten cuidado con el tiempo
    que aveces ciegan de las realidades
    y se quiebran mentiras profundas
    aquellas que el fuego conoce hasta el punto
    en que se hace piedra


    y si el aire falta
    es bueno saber respirar
    en caulquier ambiente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Tus palabras me deshacen"... Joder, ¿cómo me puedes decir eso?
      Ahora me deshago yo.

      Eliminar
  5. Chica, con esas palabras enamoras al mundo, y también a todo aquél que se cruce contigo. Olé.

    ResponderEliminar
  6. Alejandra, he estado dando vueltas por tu blog y se siente que es un espacio de una escritora de verdad.

    Quisiera que me contaras tu historia, cómo empezaste a escribir, en http://www.facebook.com/juan.e.parra.54?fref=ts

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Me encanta!!
    Me encanta el juego de palabras y las metáforas, los versos, todos.

    ResponderEliminar
  8. Y a mí me encanta meterme por aquí y leer cosas como ésta :)

    Un beso, bonita!

    ResponderEliminar