sábado, 21 de julio de 2012

El silencio de la corchea


Y cuando crees encontrar a la persona con quien soñar, resulta que se encuentra a más de cien canciones de distancia.
Entonces no. No puedes hacer más que intuir de qué manera los acordes llegan a sus oídos como lo hacen con los tuyos. No te queda otra forma de escuchar la música, únicamente aprendes a medir el tiempo en notas y la espera en claves de sol.
Sabes que no existe la posibilidad de soplar la separación que os une porque desde que te cruzaste en su compás sólo quieres componer sueños a su son.
Si realmente fuera ella mi concierto, ¿estaría dispuesta a ir de gira?

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